Sólo tiene razón de existir cuando se encuentra en función de otro u otros versos, formando parte primero de la estrofa o de la serie y luego del poema.
EjempLo:
Ven, acércate a mi guitarra
que la ciudad nos acunacon
luz de palma y espuma.
Ven, recorre el sol y la gente,
prueba la miel de la luna,
acércate a mi ternura.
Acércate, acércate, acércate.
Ven, asómate a cada hora,
defiende el beso que falta,
toma este abrazo y su aroma.
Ven, roba el color de la suerte
y acércate a mi garganta
que mi canción puede verte.
Acércate, acércate, acércate.
Ven, acércate a mi guitarra
que la ciudad nos acunacon
luz de palma y espuma.
Acércate, acércate, acércate